Soy Liam un deportista que venció al cáncer de colón, desde pequeño mis padres me incentivaron a realizar deportes. Recuerdo que una vez que me llevaron a un complejo deportivo donde había piscinas, tenía 5 años. Inmediatamente me enamoré de eso. Me inscribieron en la escuela de natación y con el tiempo me gané un puesto en el equipo, nadaba los 100 metros mariposa y espalda.

También participé en el equipo de relevo, ganamos varios campeonatos locales y regionales. Tengo que decir que fue una etapa exitosa durante los primeros 10 años, hasta que empecé a sentir fuertes dolores cuando hacía mis necesidades fisiológicas. Nunca imaginé que eso se iba a convertir en una enfermedad que destruyó mis sueños de convertirme en un atleta de alta competencia. Fue una etapa oscura en mi vida, me alejé de todos mis seres queridos, no quería vivir, debo decir, me deprimí, hubo instantes que quería suicidarme, ver sufrir a mis padres me mataba, era muy doloroso.

Con 16 años ver que se te caiga el cabello es horrible, el tratamiento consistió en un ciclo de 40 radioterapias y 15 quimios. Gracias a dios mi padre tenía un seguro, sino no hubiera durado un año. En mi país EEUU, el sistema de salud es privado, el que no tiene dinero se muere, no entiendo mucho de esto pero siento que no debe ser así. Me apliqué el tratamiento, duré casi tres meses, debido a que en ocasiones mis valores bajan mucho y tenía que pararlo.

La clave aquí es la alimentación sana, comer ensaladas, jugos naturales, avena, afrecho, comer bajo en grasa. Luego de finalizar el tratamiento, los chequeos mensuales para ver la evolución de la enfermedad, debo decir, que gracias a mis padres que nunca me dejaron solo, pude seguir adelante, me acuerdo claramente un 03 de julio antes de celebrar el día de la independencia, mi doctora llama a la casa, habla con mi mamá y dice que tiene noticias, que debemos reunirnos inmediatamente.

Fuimos en la tarde, nos estaba esperando en la entrada de la clínica, eso me intrigó mucho, al vernos nos dijo vencieron al cáncer, que hay que hacer más pruebas pero las radiografías confirman que desapareció. Me quedé pasmado, como si el mundo se fuera detenido, me temblaban las piernas, lo que recuerdo fue un abrazo eterno, fue un día de júbilo, volví a nacer. La recuperación duró otro año más, seguí a pie de la letra el tratamiento de recuperación, dieta, ejercicios, descansar y dormir las horas establecidas.

Con el tiempo volví a estudiar, me gradué de entrenador deportivo, enseñó en una escuela y comparto mi experiencia con mis estudiantes y colegas docentes, me gusta viajar y conocer personas, hoy siento que tengo mucho porque vivir y que esa experiencia me hizo ver que la vida es corta y que hay que disfrutar cada segundo que respiramos. ¿Quiero conocer tu opinión? ¿Haz vivido algo similar?