Hola soy Maristela Ortiz, venezolana, tengo 50 años, soy ama de casa, no tuve hijos y vivo actualmente con una hermana y sus nietos. Hace aproximadamente 15 años me declararon hipertensa, llegue a estar hospitalizada casi 8 días. Desde entonces he estado medicada y en control médico.

Es una enfermedad que ha estado en la familia de generación en generación, uno de mis sobrinos de apenas 40 años ya fue diagnosticado con la enfermedad. Lo curioso de mi hipertensión, es cuando voy a consulta, gracias a Dios no es mensual, si no, muero de un ataque al corazón en plena consulta (jejejeje).

Siempre voy acompañada con mi sobrina Carmen, antes de llegar al consultorio del doctor habla conmigo; tratando de calmarme antes de entrar a l consulta, el doctor te tomará la tensión como siempre, te hará un electrocardiograma de rutina, así que no te pongas nerviosa. Me dice la misma charla, en ocasiones no me dice nada para ver cómo me va, y es lo mismo.

Entrando a la consulta, el doctor nos saluda con esa efusividad en especial a mí, como para que me sienta en confianza, y mis nervios se calmen. Ese día en media consulta perdí el conocimiento por un par de horas, lo cierto es que cuando desperté me encontraba en el hospital, mi sobrina toda angustiada y con lágrimas en sus ojos. Pregunte qué hacíamos en el hospital, el doctor conversó conmigo y me explicó lo sucedido.

El solo escucharlo me alteraba más, nada calmaba esos nervios condenados, me pongo ansiosa, me desprendí la vía que me habían colocado, quería irme a mi casa. El solo ver que me colocará este aparato cerca de mi corazón tan frío; siento el corazón salir por mi boca, y cuando me toma la tensión es peor; bastaron 5 minutos de consulta para que mi tensión llegará a 180/90 mm Hg que horror, por eso me desmaye.

El doctor Jonás me refirió al urólogo, y fue el mismo proceso, hablan conmigo, me abrazan, cálmate, es rápido, es por tu bien, pero nada la tensión disparada, mi sobrina Carmen le explica al urólogo que soy hipertensa, que los médicos y esos espacios me alteran la tensión y el con cara dudosa de lo que se le estaba explicando se dispone a tomarme la tensión,.

Efectivamente la tenía en 180/100 mm Hg; y se sorprende me coloca tres gotas para bajar la tensión espera 10 minutos, seguimos hablando, pasan los 10 min y toma de nuevo mi tensión y casi la tenía en 200/120 mm Hg, se sorprendió y me declaro como: Hipertensa Bata Blanca, el doctor me dijo que fuera a casa y que me relajara; una vez que salgo de esos consultorios mi ritmo cardíaco comenzó a disminuir y a sentirme tranquila. Me da miedo todo esto ya que un día puede pasar y darme un infarto por no controlar mis nervios ante una toma de tensión.